martes, 23 de julio de 2013

Nunca.

Entró por la puerta blanca, alto y con su andar desgarbado de siempre, los jeans colgando, muñequeras negras, cadena y playera amplia, como siempre.
Pero, esta vez, algo en él había cambiado. No tenía la mirada de siempre, ingenua y baja, esta ocasión algo oscuro en sus ojos dominaba sus ojos, algo perverso, dominante...

Pronto, me descubrí mirándolo de esa misma manera en la que él me miraba a mi, esa mirada de seducción se contagia...

Para ocultarla , le sonreí brevemente de forma falsa, cerré mis ojos para tranquilizar mi mirada y ya fría, le pregunté casualmente:

-¿Cómo sigues con Brenda?
-No se parece a ti
-De eso estoy segura- respondí de manera seca acompañada de una mirada furibunda.
-No me malinterpretes, son muy distintas.
-Lo sé y no sabes cuánto me alegra.
-Yo...
-¿A qué viniste exactamente?
-Quería verte
-Me extrañas, ¿cierto?
-Yo...
-No digas nada, Ricardo. Vi tu mirada desde que cruzaste ese umbral y no creo que vengas precisamente a platicar, te conozco.
-Te he extrañado tanto, Claire...ella, no es como tú, tú eres especial.
-Déjate de estupideces, lo sé, sé a que vienes perfectamente, no necesito tus cursilerías baratas, he cambiado.
-Claire, no digas eso.
-Mejor actúo, ¿no?- empecé a desabotonarme el vestido por el frente y dejé que cayera a mis pies, bajé los tirantes y desabroché mi brassier, lo solté encima del vestido,luego lo volví a mirar de manera furiosa.

Ricardo se quedó mudo, sus ojos se abrieron desmesuradamente y empezó a intentar articular alguna frase idiota que no dejé que pronunciara pues me apresure a decir suavemente: -La cena se enfría- y él se apresuró a aplastarme contra la pared color arena.

Rasguñó mi espalda mientras sus manos se movían ansiosas cubriendo los laterales de mi tronco, mi cintura, mis caderas, mis piernas...subió olisqueando mi piel, tomando mi aroma para respirar, pude percibir una fuerte erección cuando subió pegado a mi cuerpo por mi pierna. Miró lascivamente mi cuerpo desnudo y me ató con sus manos bajándome al piso mientras me besaba forzadamente, cansado de ello, me fue levantando por mis muñecas hasta poder recargarme de nuevo en la pared arena y finalmente me subió a un tocador empotrado para ponerme a su alcance total...

A esa altura ya me encontraba totalmente a su merced...Olisqueó detrás de mis orejas, mi cuello, mi pecho, el canal entre mis senos, mi vientre, mi sexo y mis piernas en toda su extensión. Empezó a pasar su lengua por el empeine de mi pie y mordió finalmente mi espinilla de manera muy suave y juguetona, ascendió besando mi pierna, pasando por mi cadera, mi cintura y deteniéndose en mis pechos maravillado.

-¿son más grandes?, ahora se ven aún más deliciosos.

-Cállate- le dije y me tomó (también la palabra).

Mientras estaba en lo suyo mi cara fue cayendo a la decepción, todo terminó, y me miró expectante.

-¿Algún día podre lograr complacerte, Claire?

-Nunca- le dije de manera fría y me procedí a vestir.

Estúpidos hombres, siempre decepcionándome.

1 comentario: