domingo, 25 de agosto de 2013

Perdedora.

Mira como se va todo, mira, frente a tus ojos,
todo se esfuma, se hace pedazos,
muere el amor, mueren los lazos.

Puedes saber siempre, que el amor que yo te dí,
nunca ha sido carente, siento aún algo por ti,
ya no me quieres atar, pero no te dejaré de amar.

¿Recuerdas cuán bellos eran aquellos días en mi cuarto?
tu sonriente y descansando, la faena que hiciste en mi cama,
¿que de ésto no debe hablar una dama?,
la discreción nunca ha sido lo mío.

Por eso es que aún espío
lugares donde encontrarte,
para ver si de nuevo puedes darme
un poco más de placer.

Cuán difícil es el amar,
¡qué fácil es el querer!
ya soñaría yo con encontrar
alguien como al hombre que encontré en tu piel.

Y triste y decaída, te perdí por vanidad
por creerme un pavoreal, cuando sólo era un ave
por orgullo, dejé los detalles
olvidé nuestro amor.

¡Qué dolor tan adverso ahora siento, corazón!
pero se que aunque me retuerza
y peleé con frustración
ya perdí tu cariño, desdeñé tu devoción.

Dichosos los días que te tuve,
las mañanas en que te canté,
las tardes en que te cociné
las noches en las que te amé.

Bellos días fueron esos,
los recuerdo con una sonrisa
y solo pido a la vida
que te de una igual a la mía.


No hay comentarios:

Publicar un comentario