Esa tarde te estaba escribiendo una canción.
Mi jardín daba sus últimos exhalos de vida, pues el otoño pronto se convertiría en invierno y todo moriría ahí. Aún no sé de quien fue la estúpida idea de plantar solo flores primaverales. Son hermosas, lo sé, pero su belleza es efímera tal como lo es de igual manera en las personas.
Y empiezo a hablar de personas, solo aparece una imagen. La tuya. Pues no he conocido a nadie más humano, alguien tan saturadamente humano que parece sueño, aún cuando nosotros inventamos la connotación de humano...
Pensaba en tu sonrisa, en tus manos y en como tu imagen en mi mente se coloreaba sepia, aún cuando hacía pocos días que te había visto.
Hacía unas semanas te había dado las partituras de la canción, tú tan ingenuo las tocaste en tu guitarra, las aprendiste sin saber que la canción era para tí. Ahora te escribía la letra, todos fluía tranquilamente, las ideas invadían mi mente y se filtraban por mis manos, se leía tan bien...
La terminé y me recosté mirando el cielo, ya pronto oscurecería.Tenía que verte en ese momento, necesitaba que la escucharas.
Decidí caminar a tu casa para cantártela al oído mientras tocabas tranquilamente, quería detener el tiempo de nuevo con tu mirada.
-"Fue a la avenida, ya tiene unas horas, si vas para allá quizás lo encuentres en el camino"- me dijo su madre al abrirme la puerta. Y me dirigí hacia allá.
Busqué a lo lejos tu figura, estaba sobre la avenida, del lado que solías regresar. Te vi en la otra acera, nunca podría confundir esa silueta tan única.
Volteaste a verme y me sonreíste, tus amigos se fueron al otro lado jugando entre ellos y tú me hiciste señas de que te esperara, pues ibas a cruzar.
Esperaste y te veía como un ángel, eras algo no terrenal, me sonreías y te sonreía.
De pronto un ruido fuerte, perdí la conciencia un momento, cuando volví en mí vi el auto volcado y tú acostado en el pavimento en una posición tan natural como si hubieras decidido tomar una siesta ahí, en medio de la avenida...
Mis pies me fallaron y como pude me acerqué a tí, estabas bajo un charco de sangre, y me veías asustado, empecé a llorar descontroladamente, eso no podía ser cierto, debía estar soñando. Era una pesadilla, ya deseaba despertar.
Hiciste un sonido con tu garganta, te desangrabas por el costado y aún así me sonreíste de una manera tambaleante me dijiste: "Todo irá bien, tranquila", en medio del shock te dije: "te escribí una canción". Mi voz se ahogaba por el llanto.
"Estoy seguro que es la más bella" dijiste y sentí como tus músculos se iban aflojando, me recorrió un sudor frío. "Tengo que pedir ayuda" dije empezándolo a soltar, "No, quédate conmigo, si he de morir quiero que sea en tus brazos", me quedé helada, "No vas a morir, espera" y dejé la hoja de la canción sobre su pecho preparándome para correr y tu mano ya casi sin fuerzas me detuvo, no pude moverme, abracé tu cuerpo y te miré a los ojos, se encontraron nuestras miradas un segundo, esos ojos tuyos que me gustaban tanto...Ya mirabas sin ver, las luces se reflejaban en tus ojos sin vida. Estreché tu cuerpo, ahora flácido entre mis brazos y antes de que pudiera hacer nada, todo se apagó.
 
:(
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